El Trabajo Infantil en Bolivia

martes, 30 de octubre de 2012


Régimen económico y generación de empleo

El régimen económico es uno de los temas más importantes a ser abordados por el nuevo Código Minero. Actualmente, no existe la regalía minera, únicamente los impuestos del sector que son:
- IUE: Impuesto a las utilidades
- ICM: Impuesto Complementario Minero
- IRD: Remisión dividendos al exterior
El IUE se compensa con el ICM, por lo  tanto no se pagan los tres impuestos. Además el CEDOIN (devolución de impuestos por exportaciones) favorece a Hidrocarburos y Minería. 
El aporte de la minería al TGN alcanza el 0.02%. Si el 2002 las exportaciones sumaron 3000 millones de dólares, el total que aporta la minería al TGN no pasa de 7 millones. Por ello se ha planteado la reposición de regalía minera en lugar del ICM, que, de todas maneras, debería ser aplicado cuando las cotizaciones exceden determinados niveles.
Si bien es cierto que la actividad minera es diferente de la actividad hidrocarburífera, por el comportamiento cíclico de la minería, que determina una oscilación constante de precios, lo que no ocurre con los hidrocarburos, el D.S. 21060 estableció todas las facilidades legales e impositivas para favorecer las inversiones, a pesar de lo cuál la actividad minera no se incrementó, no llegaron las esperadas inversiones y  tampoco la generación de empleo. En realidad, el sector que más empleo e inversión genera es el de las cooperativas mineras.
La actividad minera de gran escala no genera prácticamente empleo. Así, el año 2000 la actividad minera empresarial ocupó apenas el 1.44% de la población económicamente activa. Otra es la situación de las cooperativas mineras, que agrupan a cientos de trabajadores organizados luego de la relocalización de los trabajadores mineros con el D. S. 21060, los que, a pesar de haber migrado y al no poder encontrar otras actividades productivas tuvieron que retornar a sus poblaciones de origen para dedicarse a la extracción de minerales, trabajando colas y desmontes para entregarlos a empresas comercializadoras o a las empresas mineras, pero bajo condiciones de trabajo muy diferentes a las de la minería estatal, sin un mínimo de seguridad en el trabajo, expuestos a situaciones de contaminación que están imposibilitados de mitigar por los bajos precios que reciben por el mineral y por no tener ningún tipo de seguridad en el trabajo y menos seguridad social, sometidos al precio que le pague su comprador. 
Como resultado de lo anterior, el proyecto San Cristóbal, planificado para 12 años de vida aportará por concepto de ICM entre 14 y 17 millones de dólares, el 3% del total que va a ganar la empresa, mientras que los impactos sociales y ambientales son cuantiosos. Por ejemplo el proyecto demandará grandes cantidades de agua provenientes de acuíferos subterráneos, a título gratuito.
Actualmente nuevos países demandan minerales: India, China, Japón, Taiwán, lo que significa que hay una diversificación de la demanda, resta conocer si se trata de materia prima o productos con valor agregado. 
Valor agregado
Bolivia fue el primer país productor de plata y estaño, luego fue bajando la producción hasta desaparecer del ranking de países productores, agotando las reservas como materia prima. Pero ello no cambió la situación de pobreza del país, por lo que para asumir los costos ambientales y sociales asociados a la explotación de minerales por lo menos debería normarse la obligatoriedad  de incorporar valor agregado a las exportaciones, estableciendo al mismo tiempo algún tipo de incentivos o en lo fiscal o en lo arancelario, siendo este el elemento central de una política minera.
El actual Código Minero responde al objetivo de explotar y exportar, por ello no especifica nada sobre la industrialización ni la incorporación de valor agregado,  lo cuál podría contribuir a la diversificación de la economía por rubros, a partir del crecimiento de la economía minera.  


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